Casa Luis Barragán. Tras su regreso de Europa, Luis Barragán construyó casas siguiendo el estilo moderno que se practicaba en la época, modelo que después abandonaría para adoptar los elementos arquitectónicos por los que se le reconoce a nivel internacional. Esta casa, diseñada en 1937 y de la cual existía nula información respecto a la propuesta original, se ubica en la Colonia Condesa de la Ciudad de México. Esta zona fue una de las más afectadas tanto en el sismo de 1956 como en el de 1985, por lo que la casa presentaba un deterioro importante. Construida en dos niveles, mostraba en su propuesta original un muro que atravesaba longitudinalmente el terreno separando la zona social del área de servicio en planta baja, mientras que en planta alta organizaba cuatro habitaciones. La construcción se ubica al paño del terreno y al fondo cuenta con un jardín y un cuarto de servicio. Con el deterioro, la casa presentaba una inclinación de 38 cms en una medición diagonal del nivel desde la fachada hasta la parte posterior, con muros inclinados de hasta 9 cms, algunos de ellos con fallas estructurales y una mínima presencia de castillos y cerramientos en la construcción. En fachada, la planta baja estaba recubierta por una loseta verde mientras que la planta alta tenía un piedrín color gris claro. La nueva propuesta mantiene la idea original: el muro-eje longitudinal divide la zona social de los servicios y se pintó de un tono
verde obtenido de una muestra encontrada tras varias capas de pintura en el muro original, que en conjunto con el basamento de loseta verde oscuro que penetra en la casa, refuerzan su lectura como elemento divisor y estructural. Se conservó además la dimensión original del tragaluz que ilumina las escaleras, importante elemento en el discurso arquitectónico de Luis Barragán. Las zonas de servicios se re-estructuraron en sus instalaciones y se adaptaron a los requerimientos actuales. Mediante el uso de duela y de un enyesado colocado sobre una malla anclada, los muros se nivelaron permitiendo generar espacios intermedios entre la estructura original y los nuevos acabados para alojar una parte de las instalaciones especiales sin afectar la estructura, aun y cuando fue necesario colocar elementos estructurales adicionales y embebidos a los muros existentes para reforzar la edificación. Por otro lado, se eliminó una chimenea que cortaba la sala, y que era posterior a la construcción original, para unificar el espacio. En planta alta, se eliminaron muros divisorios para generar sólo dos habitaciones, en lugar de las cuatro previas, y generar un baño completo y un medio baño. De este modo, la nueva propuesta mantiene la simplicidad, limpieza y organización espacial de la obra original pero reforzando las ideas conceptuales que definen la fuerza del proyecto diseñado por Luis Barragán.