Departamentos Acqualina Skylife. El proyecto se ubica en un terreno de forma irregular sobre la Av. Costera Miguel Alemán, frente al centro de convenciones de Acapulco y el club de golf. Entre el edificio y el mar se interponen 3 torres de departamentos de 80 metros de altura que limitan las vistas. A partir de esto, el proyecto se compone de la unión de varios prismas rectangulares intersectados por piezas trapezoidales que permiten ir girando el eje de los prismas en aras de aprovechar de la mejor manera posible la vista de los departamentos hacia el mar. Al no tener contacto directo con el mar, el programa de 100 departamentos y 2 PH fue complementado por una serie de amenidades, como son salones de juego, cine, squash, spa, bares, ludoteca y un gimnasio, complementados por jardines y dos grandes albercas, una para niños y otra para adultos y ejercicio, que producen un flujo continuo entre los diferentes materiales, espacios y funciones. En la planta baja se encuentra la alberca para niños y todas las amenidades, dispuesta cada una en un volumen independiente y ubicadas a lo largo del pasillo principal, de doble altura y totalmente abierto, formando una especie de basamento para la torre. Una escalera conduce a un mezzanine donde se ubica la alberca de ejercicio y un bar que, con el cambio de altura, tiene vista directa al mar sobre las construcciones vecinas. Aprovechando la altura de la torre, se tienen tres albercas,
una para cada PH u otra para el edificio, que se conectan visualmente con el mar eliminando la distancia real que existe entre ambos. Los departamentos, de diferente tamaño, aprovechan la regularidad del cuerpo prismático para acomodar las habitaciones y baños, mientras que la pieza trapezoidal ubica la sala-comedor y una gran terraza, con canceles y barandales de vidrio, para eliminar en lo posible cualquier interrupción de la vista hacia el mar y permitir la ventilación cruzada del departamento. Un tercer cuerpo rectangular aloja las circulaciones verticales y las áreas de servicio. Los muros que se forman en dirección norte-sur funcionan como estructura de la torre y son totalmente cerrados para eliminar la penetración solar oriente-poniente. Las fachadas norte y sur de los departamentos son acristaladas en su totalidad manejando cuatro niveles de transparencia de acuerdo a las necesidades de privacidad y para evitar el efecto de vértigo que pueda ocasionar la altura, además de aprovechar las vistas hacia el mar y hacia el club de golf. Finalmente, la zona de servicios se cubre con una rejilla que ventila naturalmente las zonas de máquinas y las escaleras de emergencia. Así, mediante los reflejos en las albercas y en las fachadas del edificio, se genera una superficie continua entre tierra, torre y cielo que reduce la distancia entre ellos y la transparencia del edificio permite, a pesar de la distancia, un contacto íntimo con el mar.